el humo de tu cigarro desdibujaba sentimientos en el aire

No quiero oír ni plantearme las palabras que susurras en mi oído, no quiero plantearme ni una vez que nada es verdad, voy a seguir pensando que hay algo sincero, porque si no nada de esto tendrá sentido y entonces no sabré que hacer. Porque se me aceleran los latidos del corazón y una sensación sofocante sacude mi cuerpo. Por quererlo y no tenerlo. Por tenerlo y no quererlo. No pienso creer las voces de la inocencia y fantasía que me indican el camino que debo tomar. Yo me lo planteo todo y doy por culo al mundo, yo voy al revés y no te haré caso, yo creeré las cosas que siento porque son las únicas contra las que no puedo luchar y con las que no tengo más remedio que vivir día a día. Porque si un día digo te quiero, querré acostarme contigo o será todo tan simple como aquello que fluye desde la punta de mis dedos hasta mis labios y del fuerte impulso me hará pronunciarlo y derretirme. Frágil pero de hierro no acata leyes ni pierde esperanzas, cree en el presente, la realidad y punto.