Por fin ha llegado el fin de semana y no lo digo porque en toda esta semana haya tenido muchas cosas que hacer, más bien al contrario. Parece que en verano los días se pasan más lentos. Lo bueno, que no tengo que verle mucho la cara a toda esa gente, lo malo, que me aburro más que una ostra. Ayer, Charo y yo nos dispusimos a rodear nuestro querido pueblo y nos fuimos a un camino alejado de la mano de Dios (como el pueblo mismo) para hacer fotos ingeniosas y divertidas. Nos llenamos los pies de barro y llegamos a su casa con una tremendísima sed del calor que hacía. Por suerte, pudimos disfrutar de una buena Fanta y un cómo sofá. Mañana me voy a Jaén, puede que actualice, puede que no, pero voy a ver a mi selección y a cruzar los dedos, porque seguro que gana.
P.D: ¡Brasil fuera del Mundial!¡INCREÍBLE!
1 comentario:
Al final mereció la pena llegar con tanta sed, las fotos son geniales, un beso ;)
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